Me encantó.
El film nos cuenta la historia de dos niñas chinas que coinciden en el cole en Madrid. Las niñas pertenecen a contextos socioeconómicos muy distintos entre sí: una vive con su familia adoptiva en un barrio acomodado; la otra vive con su familia inmigrante en un barrio humilde y les ayuda en el negocio familiar, el bazar.
Película de carácter social, refleja a la perfección prejuicios y estereotipos de la sociedad española hacia la cultura china, así como dinámicas de incomunicación por ambas partes; sobre todo en el mundo adulto. Gracias a la amistad entre dos compañeras de clase, española y china, la peli confronta al espectador con realidades incómodas y silenciadas, y abre espacios para la reflexión y autocrítica.
Como dato curioso, la mayoría personajes chinos no son actores y actrices profesionales. Arantxa Echevarría (directora de la peli) logró su participación a través de asociaciones multiculturales del barrio de Usera, Madrid. Por tanto, la mayoría de las escenas y diálogos surgen como consecuencia de un intercambio real y natural entre los personajes. Es esta espontaneidad la que me cautivó, y la que bajo mi punto de vista, otorga a la peli de un valor inmenso.