Soy Diana, nacida en la terreta, Castellón de la Plana. Aquí empezó mi camino en el mundo de la psicología, estudié el grado en la Universitat Jaume I, y a lo largo del mismo viví un año en Estonia. En este país tuve la oportunidad de conocer personas procedentes de diferentes contextos, culturas y costumbres; y fue aquí, donde mi interés por conocer la naturaleza del ser humano subió como la espuma. Me fascinaba observar como a pesar de miles de kilómetros de distancia entre los orígenes de cada uno de nosotros, y de las diferencias entre los mismos; coincidíamos en muchísimas cosas. Daba igual que fuera una paella, unos dumplings o una pizza, de todos nacía querer compartir y querer construir relaciones (¡¡algunas de ellas, aún duraderas!!).
De ese año (2016) me llevo miles de conversaciones sobre el amor, la amistad, la familia, el paso del tiempo, los deseos, y también los temores e inquietudes de cada uno de nosotros. A raíz de esta experiencia, sentí que quería descubrir todo lo que pudiera sobre cómo se relaciona y siente el ser humano. Descubrí que independientemente de las circunstancias todos queremos ser amados, y amar (tanto al prójimo, como a nosotros mismos); y sufrimos mucho cuando no ocurre.
Así pues, en 2018 me mudé a Madrid para seguir formándome como psicóloga, orientada hacia el ámbito de la psicología clínica. Tenía claro que quería profundizar en mis conocimientos sobre las emociones humanas y los vínculos, y busqué escuelas específicas para ello. Me decidí por la Universidad Pontificia de Comillas, donde estudié un doble máster: el habilitante para la práctica sanitaria, y uno específico de la vertiente humanista sobre Terapia Focalizada en la Emoción y Psicoterapia Humanista Experiencial. Compaginé dichos estudios desempeñando mi labor profesional colaborando con diferentes centros especializados en Madrid: clínicas privadas, centros hospitalarios, residencias de la tercera edad, asociaciones, ONGs y colegios; y formándome en otras orientaciones psicológicas: sistémica, análisis transaccional, EMDR, y cognitivo – conductual.
Actualmente ejerzo en la práctica privada, y acompaño a adultos en procesos terapéuticos individuales y grupales. El recorrido profesional y personal a lo largo de estos años, me ha llevado a acompañar los procesos terapéuticos con una mirada multicultural, de género y adaptada al momento vital de cada persona. Mi enfoque sobre la salud es holístico, no sólo me centro en el trabajo de la salud mental a través del manejo emocional, también tengo en cuenta la salud hormonal. Por otro lado, divulgo sobre mi praxis en esta plataforma, y facilito encuentros de revisiones de caso entre profesionales de la salud (encuentro de intervisión).
Bajo mi punto de vista, la terapia es un lugar de encuentro real entre dos personas. Lo más importante para mí es que sientas el espacio terapéutico como un lugar seguro en el que poder hablar de todo aquello que te preocupa o te hace daño, para que juntas, podamos revisar las causas de tu malestar y encontrar maneras para hacerle frente. Podrás desarrollar tus propios recursos para regularte y encontrar nuevas respuestas que te ayudarán a aumentar tu bienestar emocional y calidad de vida.
Por otro lado, mi manera de trabajar tiene mucha base de la escuela psicológica humanista. Esto quiere decir que yo voy a hacerte de espejo, y que vas a ser tú quien en base a lo que percibas, tomes tus propias decisiones. Te ayudaré a reconocerte, y a reconocer lo que pasa, tanto dentro de ti, como a tu alrededor. Una vez esa imagen vaya siendo más clara, juntas identificaremos lo que depende de ti, y trabajaremos sobre eso, pues es lo único que está bajo tu control (sí, esta parte a veces no nos gusta, pero te ayudaré a que sea llevadero). Esto último te permitirá tomar responsabilidad en cada una de tus decisiones. En medida que encajen con tu voluntad y tranquilidad emocional, te ayudarán a sentirte más libre y dueña, tanto de ti, como de lo que ocurre en tu vida.
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